Cuando nos interesa la naturaleza, nos gusta viajar. Viajamos durante las vacaciones o durante los fines de semana. Nos gusta ver la fauna y la flora de diferentes lugares. A veces vamos a lugares únicos, ambientes que no se ven diariamente. Posiblemente el ambiente es peligroso.
El turista que viaja con niños jóvenes, se pone nervioso, especialmente cuando viaja al Gran cañón en el estado de Arizona. El turista está contento de poder ver un paisaje impresionante pero está preocupado porque el cañón es un precipicio impresionante con un desnivel de unos mil metros. Esa persona no está tranquila, es decir, está nerviosa porque es peligroso. Los hijos están aburridos de viajar tantas horas en coche y están entusiasmados al salir del auto. Estos jóvenes todavía no están conscientes de las consecuencias del peligro.